Carpaccio vegetariano de remolacha
Una receta detox, saludable y muy fácil de hacer
¿Eres amante de la comida vegetariana o estás buscando nuevas recetas saludables para probar? Si es así, ¡estás en el lugar adecuado! Hoy te presentamos una opción deliciosa y detox que sin duda te encantará: el carpaccio vegetariano de remolacha.
Este plato es una alternativa vegana al clásico carpaccio de carne, que se elabora con finas láminas de carne cruda. En su lugar, vamos a utilizar remolacha marinada con limón, para suavizar ligeramente su sabor terroso y le vamos a dar un toque de sabor con roquefort o queso azul (aunque si quieres hacerlo vegano, omítelo).

Además, la remolacha es una fuente excelente de nutrientes como fibra, potasio o ácido fólico, por lo que es una opción muy saludable para incluir en tu dieta.
Y por supuesto, ¡no me digas que no tiene una presentación súper cuqui! Es un entrante perfecto si tienes invitados en casa.
Ingredientes
- 2 remolachas.
- El zumo de medio limón.
- Un puñado de canónigos.
- Nueces al gusto.
- Roquefort o queso azul al gusto.
Tiempo de elaboración
15 minutos
Raciones
2 raciones
Dificultad
Muy fácil
Modo de elaboración
Esta receta es súper sencilla. Yo usé las remolachas que vienen enteras y cocidas, envasadas al vacío. Córtalas en láminas lo más finitas que puedas para simular que es un carpaccio al uso y pónlas en un cuenco con sal al gusto y el zumo de medio limón para que se marine bien y pierda un poco ese regusto terroso típico de esta raíz. Además también quedará mucho más suave y agradable al paladar, con un toque ideal de acidez.
Déjalo marinar durante, al menos, 10 minutos. Aunque si puedes prepararlo una hora antes, la remolacha quedará mucho más blandita y suave. Emplata las láminas de carpaccio vegetal sobre un plato llano y comienza a decorar. Yo partí en trozos pequeños unas 6 nueces, desmenucé un trozo de queso roquefort y por último, añadí un puñado de canónigos en la parte central.
Para acabar, añadimos un buen chorro de AOVE (yo siempre de Jaén, por supuesto) y un toque de crema de aceite balsámico.
¡Y ya está! Más sencilla imposible, y lo mejor que está súper buena y tiene unos sabores diferentes que hacen a nuestro paladar salir de la rutina. ¿Qué os parece?