El origen del ramen
La historia de la popular sopa japonesa

Hace unos años, si le preguntáramos a cualquiera por la calle qué era el ramen, solo un puñado de aficionados al anime sabrían a qué nos estábamos refiriendo. Muchos de nosotros veíamos Naruto y pensábamos amargamente «Pero qué es eso que come todo el día esta criatura, por qué tiene tan buena pinta y por qué no existe en mi pueblo??».
Hoy en día, por suerte para muchos de nosotros, la gastronomía japonesa se ha expandido por nuestro país y el ramen, uno de los platos más típicos de este país se ha popularizado enormemente en los últimos años y es fácil de encontrar en casi todas las grandes ciudades. Pero, ¿Sabéis de donde viene este plato que está tan de moda?
El origen del ramen está en China
La historia popular del origen del ramen
Pues sí, una de las estrellas de la gastronomía del país nipón tiene su origen nada más y nada menos que en China. Hay muchas versiones sobre este tema, aunque una de las historias más populares es que un político chino llamado Zhu, que servía en la dinastía Ming, tuvo que exiliarse a Japón tras la derrota de su líder. Este hombre tan majo fue recibido muy amablemente por un señor feudal japonés y él, como agradecimiento (ya lo dice el antiguo proverbio chino, «es de bien nasido sel agladesido») le ofreció un plato de un delicioso caldo con fideos que se popularizó entre el pueblo nipón. Y fue en los hogares del populacho donde fueron añadiendo diversos ingredientes o modificando la receta del caldo a placer, dando lugar a las distintas versiones del ramen.
Lo cierto es que esto esta es una de las historias más extendidas pero sin demasiado fundamento. Si nos ceñimos a las pruebas históricas, uno de los platos a los que podemos atribuir ser uno de los antecedentes directos del ramen tal y como lo conocemos hoy, era una sopa de fideos llamada botuo que se preparaba en algunas regiones del sur de China cerca del año 1000 d.C.
Con la iglesia hemos topado
Posteriormente, hay constancia de que durante la era Kamakura ( aproximadamente 1200-1300 d.C.), los monjes budistas japoneses peregrinaban a los templos chinos para instruirse en sus creencias. Esto se debe, por si no lo sabíais, a que el Budismo es una religión importada en el país nipón, ya que su religión originaria es el Sintoísmo. En fin, que me desvío del tema, a la vuelta de sus viajes no solo volvían cargados de sabiduría, si no que también traían consigo la maravillosa y avanzada gastronomía vecina. Por aquellos momentos se preparaba un simple caldo de verduras acompañado de fideos udon, bastante similar a un ramen poco elaborado.
Este tipo de sopas comenzó a popularizarse y venderse en los templos, aunque no tardó en prohibirse su venta (posiblemente porque incentivaba a la gula, y al templo se va a rezar y meditar, ¡no a comer leñe!). Pero años más tarde, fueron los vendedores ambulantes, siendo unos grandes visionarios, los que cogieron el relevo y comenzaron a comercializar este producto, generalmente son fideos soba. Y ya la cosa ha ido evolucionando hasta nuestros días hasta las miles de deliciosas versiones de las que podemos disfrutar.
¿Cuáles son son los ingredientes del ramen?

Bueno, como hemos dicho, el ramen actualmente tiene un sinfín de versiones, aunque hay algunos elementos que son distintivos y sin los cuales, nuestro ramen quedaría en una triste sopa con sabor oriental. Así que…
¿Cuáles son esos elementos que hacen este plato tan único y especial?
El caldo
Para mi, este es el primer imprescindible. No podemos hablar de ramen si no hablamos de un buen caldo, cocinado con sus buenos ingredientes de calidad a fuego lento durante horas que haga que esté lleno de sabor y umami. Puede elaborarse con distintas carnes o alguna combinación de ellas (yo suelo hacerlo de pollo y cerdo) y en muchas ocasiones, se añade pescado o caldo dashi hacien un caldo «mar y montaña». Por supuesto, también se añaden diversas verduras como puerro, zanahoria o setas shiitake. Otro elemento que suele incluirse en la cocción son las algas nori, muy típicas en la gastronomía japonesa y que aportan mucho sabor (a mi particularmente no me hacen mucha gracia pero eso es lo bueno del ramen, que para gustos los colores).
Los fideos
El segundo ingrediente imprescindible del ramen son los fideos. Los originales se preparan con harina de trigo, kansui, huevo agua y sal. Puedes encontrarlos en tiendas especializadas de alimentación asiática como Japon Shop.
Las verduras
Las verduras no solo se utilizan durante la cocción para hacer el caldo, si no que son una parte importante de la decoración de este plato. Algunas de las más usadas normalmente son:
- Unas hojas de col china Pak Choi.
- Unas setas shiitake (yo las marino con el tare, del que hablaré más abajo).
- Brotes de soja.
- Un buen puñado de maíz.
- Cebolleta cortada a aros…
La proteína
El ramen también suele llevar un ingrediente proteico que puede ser de distinta índole. Se puede añadir pescado o marisco ( como unas gambas o salmón), tofu marinado u otra proteína vegana como el heura, que actualmente está pegando con mucha fuerza gracias a su increíble sabor y textura. O alguna carne marinada o picada.
Los ingredientes estrella: El huevo y el chashu
Y para mí, no puede existir un ramen sin el chasu y su huevo marinados. Para hacer estas maravillas necesitamos hacer una salsa llamada «tare», que se hace en base a salsa de soja, mirin, sake y en los que se deja la panceta y el huevo pasado por agua marinando para que cojan todo su sabor. Aunque ya os enseñaré esto prontito 😀
Y por último, un toque de semillas de sésamo, que son muy sanas y le dan un toque muy chic.