Receta tradicional de migas de pan
Migas tradicionales andaluzas
Hay pocas cosas en la vida que me gusten más que unas buena migas de mi padre, que las hace tal y como las hacía tradicionalmente mi abuelo Juan. Y aún más si es un domingo lluvioso acompañadas de una tarde de brasero, o una mañana soleada en el campo con la familia. En Jaén es muy típico hacerlas en las olivas, con una gran perola y comiendo a «cuchará y paso atrás», que es una tradición que me encanta.
Y por supuesto, unas migas para mi deben ser de pan… Yo sé que hay gente muy aficionada a las migas de sémola, pero para mi no son nada en comparación con estas.
Ingredientes para hacer migas de pan
- Dos barras de pan.
- Una cabeza y media de ajos.
- Un pimiento verde.
- Un cuarto de un pimiento rojo grande.
- 150 ml de AOVE (importantísimo, no hacer las migas con un buen aceite de olica virgen extra es casi un pecado).
Y por supuesto, lo que más te guste para acompañarlas, en mi casa lo que no pueden faltar nunca son dos bolsas de rabanitos, aunque algunos prefieren darle ese toque de frescor con granada, melón, naranja o pepinillos. Y, aunque en esta ocasión lo omitimos (ya que decidimos hacer unas migas saludables), lo normal es utilizar también chorizo y panceta.
Tiempo de elaboración
45 minutos
Raciones
3 personas
Dificultad
Media
Cómo hacer unas migas de pan perfectas

Vamos a poner a calentar en una sartén (si puede ser, una de las tradicionales de hierro con bastante fondo, que no se nos salgan luego las migas al remover) 150-200ml de aceite de oliva.
Añadimos una cabeza y media de ajos (media por comensal), con los ajos rajados pero sin pelar, hasta que estén dorados y los apartamos por el momento.
Después, añadimos un pimiento verde y un cuarto de pimiento rojo cortados en tiras anchitas y también los apartamos cuando se hayan pochado un poco.
Nota: Hay mucha gente que moja las migas en un cacharro a parte y luego las añade a la sartén. Puedes elegir el método que prefieras, el resultado no varía, aunque lo importante es que no queden muy mojadas o estarás más de una hora removiendo hasta que estén en el punto y vas a acabar con el brazo de Scharzeneggeer.
Y ahora viene lo divertido... a menearlas!
El secreto de unas buenas migas es no dejar de removerlas a fuego medio. Menea y remenea hasta que empiecen a soltarse y ya no se queden pegadas las unas a las otras.

Una vez que estén sueltas, vuelve a añadir los ajos fritos y remuévelos con las migas hasta que quede todo bien integrado.
Hay gente que les gustan más tostadas y algo crujientes, pero a mi me gusta que aún estén blanditas. Si has decidido acompañarlas de alguna carne, como chorizo, panceta o morcilla, ahora es el momento de añadirlas. Aunque en mi casa todo se pone en platos a parte y cada uno las acompaña con lo que más les apetece.